La AIF es una institución abocada a diversos temas que apoya una amplia gama de actividades de desarrollo, como la educación básica, los servicios esenciales de salud, el agua potable y el saneamiento, la agricultura, el mejoramiento del clima para los negocios, la infraestructura, y las reformas institucionales. Estas intervenciones allanan el camino hacia la equidad, el crecimiento económico, la creación de empleo, el aumento de los ingresos y la mejora en las condiciones de vida.
La AIF se concentra en proporcionar financiamiento para el desarrollo y apoyo intersectorial que responda a los complejos desafíos mundiales; asimismo, ayuda a los países a mejorar sus resultados de desarrollo, lo que la convierte en un asociado valioso en la comunidad internacional. Constituye una fuente de financiamiento significativa y estable de fondos en la que los países prestatarios pueden confiar a la hora de financiar sus prioridades de desarrollo. Parte del financiamiento proviene de los asociados contribuyentes, ya que la AIF ofrece un canal eficiente que permite orientar la asistencia para el desarrollo hacia los países más pobres.
La AIF es también un asociado clave en situaciones de crisis y emergencia a través de herramientas tales como el Mecanismo de Respuesta a las Crisis, mediante el cual se prestó apoyo a países que atravesaban graves crisis, como los de África oriental y Yemen durante el período de hambruna, Haití y Nepal tras los terremotos que sufrieron en 2010 y 2015, respectivamente, y los países de África occidental afectados por el brote de ébola. Desde su creación durante la decimosexta reposición de recursos de la AIF (AIF-16), este mecanismo ha otorgado USD 3000 millones para responder a las crisis y emergencias desatadas en 26 países clientes de la AIF en 5 regiones.
La labor operacional de la AIF se complementa con estudios analíticos que apoyan el diseño de políticas dirigidas a reducir la pobreza. La entidad asesora a los Gobiernos sobre formas de ampliar la base del crecimiento económico y proteger a la población pobre de las crisis.
Además, ayuda a los países a gestionar sus deudas y a través de los años ha coordinado programas de alivio de la deuda para países pobres. Mediante una nueva política sobre endeudamiento denominada Política de Financiamiento Sostenible para el Desarrollo, ayuda a los países a mejorar la transparencia de la deuda y su gestión, y la sostenibilidad fiscal.
Toda la labor que realiza la AIF se concentra en marcos de políticas de tres años llamados “reposiciones de recursos”. La actual reposición de recursos es la decimonovena (AIF-19), que se extiende desde el 1 de julio de 2020 hasta el 30 de junio de 2023. Sin embargo, debido a la crisis generada por la COVID-19, las necesidades de financiamiento en los países clientes de la entidad aumentaron, por lo que la AIF-19 se redujo un año y la AIF-20 comenzará en julio de 2022 y se extenderá hasta junio de 2025. La intención es garantizar que haya financiamiento disponible para ayudar a los países a recuperarse y reconstruir mejor.
El tema general de la AIF-20 es “Construir mejor tras la crisis: Hacia un futuro verde, resiliente e inclusivo”. A fin de equilibrar la continuidad con la innovación, en la AIF-20 se mantendrán los cuatro temas especiales de la AIF-19 (cambio climático; fragilidad, conflicto y violencia; género, y empleo y transformación económica) y se incorporará el capital humano como quinto tema especial. Asimismo, se profundizarán los esfuerzos de recuperación haciendo hincapié en cuatro cuestiones transversales: sostenibilidad y transparencia de la deuda; gobernanza e instituciones; tecnología, y preparación para hacer frente a las crisis, que se incorpora como nueva cuestión transversal. Las primeras tres también son cuestiones transversales en la AIF-19. La discapacidad, que es una cuestión transversal en la AIF-19, se incluirá en el tema capital humano en la AIF-20.
CONVENIO CONSTITUTIVO DE LA AIF
El Convenio Constitutivo de la AIF entró en vigor en 1960. Más información »